Tuesday, May 22, 2012
Me da igual
Saturday, May 19, 2012
Relaciones
Writer y retos
Entro a mi aplicación 'Writer' la cual ya tenía un tiempo ignorando, sin atreverme a borrarla. Es el recuerdo constante de una promesa sin cumplir pero cada vez que intento borrarla, me golpea la sensación de que si lo hago, me estoy rindiendo, así que simplemente la dejo ahí, segura en medio del resto de las aplicaciones del menú de mi teléfono. Ahora que he vuelto a entrar, me provoca reírme en voz alta que al abrir una nota nueva dice: 'Have something to say?' Y no puedo evitar responderle en mi mente: 'Sí, tengo un millón de cosas que decir pero que no me atrevo a expresar.' Curioso, ¿no? Como una simple pregunta puede ponerte de cabeza y hacer que te retraigas y te pongas a la defensiva por instinto.
Hoy me impusieron un reto, mi amiga Nani me dijo: "Te doy una semana para que escribas algo y me lo muestres." Ivone me había dicho algo parecido y de ahí nació el reto de Nani pero la diferencia es que a Nani la tengo acá, y no podría esconderme de ella aunque quisiera. Podría inventarme mil excusas pero yo sé que serían solo eso, excusas, mentiras aún, y odio las mentiras. Me gusta el reto a decir verdad, me da miedo pero al mismo tiempo me provoca esta emoción tan grande, como si algo comenzara a inflarse dentro de mí como globo. Eso sí, me da miedo que el globo me explote en la cara, ¿cómo? Escribiendo algo que no le guste a Nani, o peor aún, que no me guste a mi. Ugh, y ya volví al tan conocido terreno del perfeccionismo. Realmente necesito ponerle una muralla alrededor a esa zona para que no pueda volver a entrar ahí nunca mas. Para ser honesta, dudo escribir algo que no le guste a Nani, pero escribir algo que no me guste a mi es, tristemente, bastante sencillo. Bueno, de todos modos voy a intentarlo, no, voy a lograrlo. Sí, voy a escribir algo, no sé que, un cuento, un ensayo, una reflección o algo. Ahora que lo pienso, esto bien podría contar como ese algo... No. Eso sería como trampa.
Mañana empiezo a buscar mi tema, aunque bueno, no necesito buscar mucho, tengo mil temas dentro mío, ese no es el problema. Lo que necesito es encontrar mi voz y olvidarme del miedo. Es como si yo fuera un archivero gigante, tengo cientos de archivos, temas, cosas de que hablar,que compartir, y tengo la llave para entrar, pero no me atrevo a entrar. Que raro, ¿no? Que no me atreva a mirar dentro de mí misma, no por miedo a lo que encuentre, sino porque sé que al encontrar lo que sea que busco, no voy a poder refrenar las ganas de compartirlo, de plasmarlo y querer mostrarlo. Lo que yo necesito es perder el miedo y quitarme ese peso de los hombros del perfeccionismo, y eso es lo que voy a hacer.
Wednesday, May 16, 2012
Escribe, escribe
Ahora que lo pienso, últimamente me ha pasado esto muy seguido, he tenido varios días en que siento como que me dan un codazo en las costillas, o mas bien en los dedos. Es gracioso como sucede, porque empieza en mi estómago, como si fueran mariposas muy pequeñas que revolotean dentro de mí, buscando la salida sin poder encontrarla, entonces van subiendo y se separan al llegar a mis hombros, un grupo toma el camino hacia mi brazo derecho y otro grupo toma el camino hacia el brazo izquierdo, y siguen hasta llegar a mis manos, donde se apretujan hasta sentir como si intentaran salir por los poros de mis dedos. Es entonces cuando no puedo evitar mirar mis manos al sentir ese hormigueo, y no sé, es curioso, porque cuando miro mis manos siento que están incompletas, que me falta una pluma o un lápiz, algo. Hay días en que es diferente, en que no tengo el hormigueo, pero que me palpitan los dedos, como si mi corazón me instara a escribir, como si pensara que al bombear sangre extra a mis manos fuera a hacerme ver que estoy olvidándome de algo, que aún hay algo por hacer.
Quizás es Dios, quizás es Él quien intenta decirme que escriba, nunca lo había visto así pero esa idea acaba de entrar a mí y bien podría ser verdad, ¿porqué no? Sí es que tengo el don de escribir, fue Él quien me lo dio, ¿cierto? Entonces sería natural que me exhortara a ponerlo en práctica.
La cosa es esta, siempre soy demasiado dura. No me perdono un error, si escribo algo y al releerlo suena ligeramente raro o mas bien si no suena absolutamente perfecto, me frustro, lo borro y boto la idea de escribir, sintiéndome como un fracaso. Odio ese sentimiento, me envuelve como sábana, es horrible y hago lo posible por evitarlo, así que por eso no escribo, me evito esa sensación de fracaso y de sentirme que fallé, ¿a quién? No sé, a mí supongo, ya que obviamente nadie mas llega a leer lo que borré. Creo que tengo miedo a que me juzguen, que juzguen lo que escribo, lo que tengo para decir y para compartir. Sí, creo que sí. Me he dado cuenta que muchas veces me escondo de mí misma, no sabría explicar en que consiste o como es que lo hago, pero sé que lo hago. Me alejo de mis pensamientos y mis emociones, los guardo en la botellita de cosas que tiro al mar del olvido que hay dentro de mi, el problema es que la marea de ese mar es traicionera, no se lleva las cosas que le tiro, sino que las arroja de nuevo, vez tras vez, pero yo sigo intentando tirarlas de todos modos. Qué tontería, ¿no? Necesito dejar de esconderme, eso lo sé, pero es mas fácil decir que hacer. Al menos hoy me dejé llevar y aunque el hormigueo todavía no se va, sí disminuyó un poco, como si me dijera: 'Bueno, te doy chance, pero no creas que se me ha olvidado.'
Debería preguntarle a Dios acerca de esto, eso también ya lo había pensado, pero soy cobarde, le temo a la respuesta, así que evito la pregunta. ¿Qué tal si me dice que sí? Que sí es Él y que deje de esconderme y que empiece a escribir. Yo sé que no suena tan grave pero para mi significaría salir de mi cueva, de mi zona de protección, de comodidad. Me da miedo, a decir verdad, me da pánico.